viernes, 1 de marzo de 2013

Reflexiones

Definitivamente la metodología estudiada durante el curso trae consigo beneficios en el estudio y aprendizaje de la historia, pues dota al docente de ideas novedosas para que la asignatura tenga un giro postivo en su enseñanza, haciéndola interesante, atractiva y sobre todo activa para los alumnos, quienes ya no solo serán simples receptores, sino todo lo contrario, constructores de sus propios conocimientos al poder ser parte de dicho proceso.
Desde mi punto de vista, todos los métodos vistos son importantes, sin embargo su implementación dependerá de la temática abordada donde lo ideal será saberlos utilizar en el momento adecuado y en forma variable para no hacer monótono la forma de enseñar, ya que los niños siempre esperan ser sorprendidos y motivados.
Las dramatizaciones, debates y entrevistas fueron de mis favoritas, y considero que son las que impactarán más mi práctica por dejar que el alumno sea el participante principal que ponga en juego sus diferentes habilidades y/o potencialidades.
Todo lo aprendido implica realizar en la práctica docente los cambios necesarios tomando como prioridad los intereses de los alumnos para darles respuestas a las diferentes demandas de aprendizajes, es decir, implica dejar de una vez a un lado la enseñanza tradicional, para dar paso a la nueva forma de enseñar donde el maestro guía y el alumno construye.
Los obstáculos en el curso fueron  el no saber cómo podría llevarse a cabo la enseñanza de la historia en una clase normal dentro del aula debido a que por ser docente de Educación Especial, priorizar en español,  y sobre todo del área de lenguaje no me veo involucrada en la asignatura, sin embargo lo estudiado me permite tener idea y conocer de nuevos métodos y estrategias de enseñanza que podría compartir o sugerir a un maestro de educación regular y contribuir a lograr mejores aprendizajes en los niños.

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